lunes, 31 de marzo de 2014

Triste suceso para un viajero en Barrio Santa Elena puerto de Puntarenas Costa Rica


Haciendo una pequeña introducción a esta entrada recopilaré lo ya narrado hace dos publicaciones.
En general ya tenia unos días en Costa Rica, y un día anterior me encontraba en Jacóel cual fue un día difícil en soledad pero al final muy fortuito para mi y mis objetivos. Entonces esta entrada comienza al dejar Jacó y dirigirme a un puerto en la región de Puntarenas, por el cual tenia que pasar para llegar a donde yo quería ir. Pero no fue un lugar tan interesante o bonito, sin embargo claro que dentro de lo malo hubo algo de ambiente misterioso y una mala experiencia que me puso triste por unos momentos.
Siempre cuando voy algún lugar solo procuro llevar toda la actitud y una sonrisa, como también buenos modales hasta para la persona menos merecedora de ellos que podés imaginar. También me encanta traer actitud internacional, y ser algo cómico o espontaneo a la hora de comunicarme de igual manera. Pero como todas las personas tengo mis debilidades viajeras.
Al estar en la parada del autobús de Jaco conocí a una pareja Tica con la que platique unos momentos antes de subir al bus para amenizar la espera. En realidad no fue mucho tiempo desde Jacó hasta el puerto de punta arenas ya que en unas tres horas estaba ahí. Y yo no me aburriría porque estaba muy bien armado con una grande lista musical de reproducción para mi iPhone que descargue un día antes de salir al aeropuerto emprendiendo mi viaje en general.
Pero el punto es que llegue al puerto de Puntarenas ubicado en el barrio de santa helena, al atardecer.
El Barrio Elena es un lugar por donde si eres turista no querrías pasar, pero no tenia otra opción ya que el ferri sale forzosamente de allí. El lugar tiene mal aspecto, y no hay ni un alma a las 09:00 PM por la calle.
No es que me espante ya que yo vivo en una ciudad peligrosa llena de accidentes, crimen organizado, drogas, robos, asesinatos, violaciones, fraudes y cuanto mas se te pase por la olla. Pero el hecho de estar solo en un país ajeno, y en condiciones de turista viajero-mochilero, se convierte en un mantener tus pasos con cuidado.
Mi vida en esos momentos giraba alrededor de unas cuantas cosas, y en este orden:
Pasaporte, cartera (Tarjeta Bancaria), iPhone y mi mochila. Al grado que a cada momento, tocaba mis bolsas y no descuidaba mi mochila por experiencias ya vividas.
Pues al bajar todos del bus, ese bus siguió andando unas cuantas calles adentro, conmigo y con la pareja Tica. Esta pareja la cual había conocido previamente, el chico me recomendó bajarme en unas calles obscuras de mal aspecto, donde me aconsejo quedarme en un hostal, y me baje dándole las gracias, fue así que comenzé a caminar, pero mas que a caminar, a cotizar precios, pero mas que aun los precios, la calidad de los lugares porque todos los hostales estaban en condiciones deplorables y no me daban confianza.
 Lo que yo quería, era poder dejar mi mochila y salirme a comer algo porque ya estaba muy hambriento. Y al cabo de caminar muchas cuadras en círculos, así como ver que todos los hostales estaban caros y desagradables; decidí quedarme en el único que contaba con puerta y llave, mas no con cortinas. Le pedí al dueño que me diera oportunidad de dejar mi mochila mientras iba a sacar dinero del cajero mas cercano, y a cenar posteriormente porque en Costa Rica, o al menos en esa provincia, todo cierra temprano, incluso no puedes viajar de noche y por eso pase forzosamente la noche en Barrio Elena.
Pues el dueño accedió amablemente y saque de mi mochila mi cartera como celular para salir. Y a decir verdad me causaba un miedo el salir a ese lugar tan desconocido, pero a la vez una emoción con morbo ya que era un barrio con gente mal encarada.
Salí y le hice una pregunta a la chica de la recepción, la cual me respondió con una actitud muy grosera pero a la ves sexy. Mas que nada se porto como si ella fuese superior a mi, y trate de sonreír le para no caer en el juego del enemigo.
Pues me encontraba caminando y preguntando a las pocas personas del lugar por un banco, cuando en la esquina vi a dos chicas de 17 años aproximadamente, me acerque y les hice la platica, entonces ellas se reían y se ponían tímidas con mis bromas. Me dijeron donde estaba el banco y me despedí. Una vez dentro del cajero automático decidí sacar una cantidad fuerte para la proporción presupuestar que usaría en dos días aproximadamente, ya que si sacaba 2.00$ dolares o 200.00$, me cobrarían la misma alta comisión.
Entonces tome 170.00$ dolares equivalentes a 92,639.00C colones. Del fajo saque un solo billete y los demás me los guarde en un lugar algo intimo, (trusa, calzon, boxer). Comenzé a caminar cuando vi que en una solitaria esquina, habían varias muchachas como de entre unos 30 a 40 años, con vestidos cortos y mini faldas. También habían unos tipos con un aspecto algo agresivo recargados en los autos, de fuera y escuchando música que salia del lugar.
 Me detuve por unos segundos y pensé, sigo caminando o me doy la vuelta?.. Porque todos me miraban penetrante mente, y yo iba con mi iPhone en la mano y grabando vídeo. Pues en esos 2 segundos decidí pasar caminando normal y con seguridad, ya que si algo pasaba, sabia que mis piernas que han entrenado tanto, no me traicionarían al correr. Me gritaron; mae" a donde vas" no nos estés grabando!. simplemente los ignoré.
Después de un rato de caminar y buscar algo de comida local, me desespere porque ya todo estaba cerrado y entonces no me quedo mas, que ir a la única cadena de pollo frito que vendía paquetes estilo Mc Donalds. Después de regalar sonrisas a las personas que atendían, pedí un paquete grande para mi, con pechuga extra y dos helados de frape con fruta que tenían un nombre peculiar.
Comenze a comer sin presiones mientras unas personas en la mesa de enfrente me veían discretamente, y yo devoraba el pollo como niño de hospicio.
 Al terminar de comer me paré feliz con el estomago lleno, y me fui caminando por una de las avenidas principales y solitarias, cuando estaba caminando en el extremo contrario al que una persona con gorra y mano en la nariz se acercaba caminando directo a mi, tenia un aspecto de persona drogada y alcoholizada. Entonces me grito algo 4 metros antes de llegar a mi, cuando me eche a correr al otro lado de la cera y me desvanecí entre las calles.

Las solitarias calles del Barrio Elena en Costa Rica Puntarenas.


Ya habían sido muchas emociones por ese día y lo único que quería era llegar a dormir, pero si yo creía que ya habían sido muchas emociones, yo no sabia ni lo que se avecinaba, algo para cerrar con broche de oro, un suceso triste e incompresible para los filan-tropos.
Caminaba casi a unas cuadras de llegada al hostal donde me hospedaba. Era una noche húmeda y pesada, cuando pase por la esquina de un restaurante familiar y eche un vistazo, únicamente un vistazo de esos que tu cabeza va rotando observando el panorama. Y de repente en cuestión de segundos, vire mi cabeza de regreso porque lo que ya había visto no se me hacia algo cotidiano, no parecía un comportamiento normal de gente que estaba parada en forma de circulo, haciendo bola alrededor de algo o mejor dicho de alguien. Fue muy extraño ver a tanta gente en un restaurante parada apuntando y arrimada hacia un mismo lugar.
Entonces mis sentidos me pidieron observar de nuevo y fue cuando supe que algo raro pasaba allí dentro.
detuve el paso, mire fijamente, y de entre toda la gente que estaba parada, se hizo a un lado alguien que estaba enfrente, y vi a una señora de unos 35 años llorando como desesperada con un sentimiento que me ponía los pelos de punta, esa señora traía a una bebe de unos 3 años desvanecida sobre los brazos.
Sin necesidad de observar mas, y presenciando como toda la gente que pasaba por la calle se paraba a mirar desde las grandes ventanas de vidrio que permitían una perfecta vista dentro del lugar; supe que esa niña se estaba ahogando y nadie podía ayudarla ya que estaban todos desesperados dejándose llevar por las emociones. Varios señores trataron de apretar a la niña en el estomago y no reaccionaba, llamaron a una ambulancia y no llegaba, yo comenze a gritar que le pusieran de cabeza y le presionaran la boca del estomago, puesto que yo de chico casi muero y me salvaron de esa manera. En un abrir y cerrar de ojos yo ya estaba muy angustiado gritando a las personas que le presionaran la boca del estomago y nadie hacia nada pero yo no me atrevía a entrometerme en ese asunto del todo. Se comenzó a inundar el lugar de una tristeza y desesperación indescriptibles, cuando me retire caminando con una cara muy triste a mi habitación de hostal.
Entre y le regale a la chica de recepción gruñona, una paleta de dulce que traía en la bolsa, y me la acepto con cara de enojada. Me metí a mi habitación y tuve una platica vía Face Time con una amiga que hacia tiempo no platicaba, y me ayudo a distraerme hasta que me pude dormir.
Con esto me di cuenta de las pequeñas cosas que pasan alrededor del mundo, mientras que en otro país quizás gente ríe, duerme, o hace el amor. Y esas pequeñas cosas que hacen una gran diferencia, que son el equilibrio y la no fortuna para otros.
Al otro día decidí que al dejar el lugar, dejaba lo malo atrás y seguía mi aventura. Fue así que cuidando mis cosas me fui a bañar en una regadera con laminas, y me puse mis tenis casuales como después colgué mis botas en el backpack. Me peine y me puse una playera ligera porque salía caminando por las calles del brillante resplandor con destino al muelle del puerto de Puntarenas, para tomar el ferri que me llevaría a la Península de Nicoya.

Caminando por las calles de Barrio Elena en Costa Rica.



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